Una cómoda
habitación, hermosas pinturas en las paredes, temperatura ideal, me siento
cómodo sobre esta alfombra. Hace frio afuera, aquí me siento seguro.
Ella camina hacia mí,
se sienta a mi lado en la alfombra.
Un hogar ardiendo en
la pared, que cliché.
Ella ha preparado un
pastel, “Feliz Felicidad Juntos” dicta el mismo.
Yo sonrío y ella me
besa. Caemos los dos a la alfombra y nos perdemos en nuestros sentimientos. La
abrazo y la recorro con mis manos.
Me besa
apasionadamente y rasguña mi espalda, siento la sangre fluir. La adrenalina
sube, me besa, recorre mi boca con su lengua y me quita la camisa. Está
agujereada y manchada de sangre, la tira al hogar y me besa más.
Beso su cuello, ella
no me mira.
¿Arte, qué pasa?
Tomo su rostro con
mis manos, miro sus ojos. Algo no cuadra, no abre los ojos, no puedo ver su
brillo.
De hecho, no veo
ningún brillo ¿Qué le pasa a su cabello?
¿Arte… tú eres Arte?
Finalmente abre los
ojos, no tiene color, tampoco su cabello.
Clava sus uñas en mi
espalda y suelto un grito. No me puedo mover. Su cara se cae a pedazos, su
piel, su hermoso rostro.
No debo llorar, ella
no es ella, ella no es Arte.
Me volteo, me pongo
sobre ella y la tomo en mis brazos. Se ha caído a pedazos.
No lo puedo creer, es
ella, es Arte ¿Qué le ha pasado?
Veo algo, al parecer
sí hay algo en sus ojos, sí veo las sombras de Arte ¿Cómo fue que hice la vista
gorda? ¿Cómo creí que ella no necesitaba mi mano para poder aclarar su vida? Al
parecer Arte todavía no es lo que debe ser, lo que será.
Es gracioso, ella es
el primer paso de Arte, ella se levanta, quiere llegar al segundo paso, su
rostro está como antes.
Veo color en sus
ojos, veo color en su pelo. Su brillo es el de antes, veo color en su cuerpo,
en sus piernas, en su sexo, en su estómago, veo su brillo otra vez.
Yo sangro, tirado
sobre mi espalda en un charco de mi propia sangre. Sigo vivo, muy vivo, Arte me
mantiene vivo, su brillo.
Ella, desnuda, camina
hacia mí, se recuesta en mi pecho y dibuja un corazón sobre mi mejilla con mi
propia sangre. Sabe que me mantiene vivo, sabe que me hace reír, qué imagen
debemos estar dando.
Su boca se abre, este
es otro de esos momentos, cierro los ojos, solo quiero oír.
Música: ¿Qué es el
Arte?
Tomo su mano, la
conduzco a hacía su espejo enorme que hay en la habitación y me coloco detrás
de ella ambos de cara al espejo.
Tomo su pelo y beso
su cuello, ella se revuelve de placer e intenta girar para besarme. Le digo que
pare y que se quede quieta, que mire el espejo, que me deje responder su
pregunta.
La beso, no me dejo
un lugar, puedo ver lo que ya sé, le gusta que la bese porque lo hago como sé
que le gustará, como sé que sentirá todo eso que quiero que vea; me detengo a
pensar, cuánto la quiero, es increíble, incompresible y casi inimaginable, aún
así es muy real.
Su mirada inquieta se
queda fija en el espejo. Su pelo, sus hermosos ojos, su incomparable cuerpo,
inimaginable y casi imposible, todo lo que siento dentro de mí, no puedo creer
que sea posible, y yo; yo, ese nadie quién la ha besado, ese nadie que para
ella escribía, yo.
Yo ese que encuentra
la belleza en Arte, el placer.
El que encontró mayor
felicidad al pararse en frente de ella, al mirarla y rozando sus labios con los
míos, mirando sus ojos y tomándola suavemente de su rostro le dice:
“Todo lo que veo es Arte cuando estás a mi lado. Toda lo que
eres me hace feliz; todo lo que representas; cada palabra que dices; cada momento
me hace feliz. Y en la total sanidad y lucidez de mi mente quiero que lo sepas.
Juntos somos felicidad. Juntos seremos todo lo que anhelábamos. Juntos seremos
los protagonistas de esa vida feliz que tanto esperamos y tan conocemos. Juntos
somos Arte, juntos somos la pintura anhelada, juntos el dolor es cosa del
pasado.
Juntos el arte no se desvanecerá.”
Sus ojos se centran en mí, no mirándome, apreciándome. Las
luces se apagan.
No puedo ver, no sé qué está pasando, no sé qué va a pasar.
Estoy asustado.
Estoy muy asustado.
Siento una mano tomando la mía, esos delicados dedos, la
deliciosa sensación de sus ásperas palmas tocando mi mano. Estoy asustado pero
aún asó soy feliz.
Soy feliz al sentir su mano tomando la mía.
Uno de sus besos, no le temo a la oscuridad. No le temo al
porvenir.