BANEAR

jueves, 7 de noviembre de 2013

Mente

¿Qué habrá sido? ¿Qué pasó? ¿Fueron falsas promesas o malas explicaciones?

Estar desconcertado nunca fue algo mío, gracias por tanto ¿Cuán necesario es no dar explicaciones? ¿Cuán necesario es desaparecer sin dejar rastro? No estoy enojado, solo estoy celoso. Celoso de ver cómo puedes desaparecer sin que te importe nada ni nadie.

¿Quién se va contigo cuando cuelgas? No te creo cuando te dices que estás sola y feliz, eso es imposible.

Sé que siempre hay alguien contigo ¿Quién es? ¿Por qué puede estar ahí? ¿Qué hace? ¿De dónde salió?
¿Qué tiene ese alguien que no tenga yo? ¿Por qué es el único que te ve cuando de todos los demás te alejas? ¿Por qué te vas a sufrir con ese alguien? ¿Te divierte?

Quizá sea porque no soy como tú, pero no puedo entenderlo. Tú dijiste que tampoco te entendías, que querías ser así ¿Qué ha pasado?

Todavía sigo desconcertado. Desconcertado sobre el futuro. Desconcertado sobre ti ¿Qué pasará ahora? ¿Qué será de mi futuro… y del tuyo… de nuestro futuro? ¿Estarás en él? ¿Acaso estarás en el final?


¿Por qué te habías ido? ¿Qué había hecho yo? No lo recuerdo, me duele pensarlo. Yo no hice nada. No estás enojada. No pasó nada. Todo está bien. No pasó nada. Aquí todo está bien.

1 comentario:

  1. Hola!
    El tema de la duda y los celos que planteas me hizo acordar de este breve párrafo del libro Operación Dulce de Ian Mac Iwan.
    "Aquella noche, cuando estaban arriba, concibió una sospecha y tuvo un escalofrío - un auténtico escalofrío de horror. Ella estaba pensando en otro. Tenía la misma expresión que había observado a través del cristal del escaparate cuando ella se mantenía apartada de los invitados y miraba un rincón. Quería estar en otro sitio."

    Esa duda es terrible en una relación...
    Saludos



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